El espacio de “Los Bajos” en realidad no es un punto frontera entre la ciudad y el campo. Es el elemento intersticial entre la retícula de la trama urbana realizada en los últimos años y la retícula conformada por la ingente cantidad de invernaderos implantados en la llanura.Además en el área de intervención la tipología de los edificios construidos alrededor de “Los Bajos” nada tiene que ver con una sencilla y orgánica escala de un pueblo de mar. La excesiva masividad, rigidez y pesadumbre son incompatibles con la naturalidad de la línea del mar y de la primitiva trama urbana.
No sólo hay un problema con la altura y volumen, sino con la falta de espacios públicos sugerentes que generen un polo de actividad lúdica alternativo al de playa en Roquetas. Nuestra propuesta pretende instaurar un nuevo elemento orgánico para así recuperar el efecto de “lo natural” de un paisaje perdido por la invasión de la retícula de invernaderos
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