La propuesta para la biblioteca de Setúbal consiste en un edificio de tres plantas cuya planta baja, contiene la mayor parte del programa y donde se articulan todos los espacios alrededor de un gran espacio que será el acceso al edificio. Los usuarios llegan a través de la Avenida Luisa Todi, paseando bajo la sombra de una hilera de árboles que sirven de zona de acceso a la biblioteca. El hall es permeable, a partir del cual, el público puede salir de nuevo para acceder a la parte sur del Largo José Afonso a partir de una serie de patios localizados en la parte sur del edificio.
El objetivo de la imagen del edificio es crear una relación simbiótica entre éste y el parque. Así, gracias a los retranqueos en la planta baja y los grandes ventanales, se creará un ambiente dentro del edificio donde se disuelven los límites entre el edificio y el parque. Los dos se funden para crear una vista agradable para las salas interiores del edificio. La biblioteca va a surgir de una expresión clara y convincente que, de alguna forma es independiente de las características del suelo. Así se consigue un feedback constante entre la biblioteca y el parque que es generado por el contraste entre las características formales de ambos.
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